Tal vez las cosas han salido como esperabas...o tal vez no. Quizas te han reconocido, felicitado, han sido justos contigo...o tal vez no. Cuántas veces te preguntas:
por qué? cuando suceden cosas en tu vida y a tu alrededor que te cuesta entender.
Puede que estés cansad@, agotad@ de levantarte cada día, acostarte y seguir con la misma rutina, los mismos problemas, pero con más cansancio. Tal vez te han dicho que tienes la culpa, tal vez te han explicado el problema, pero no la solución. El mundo te ha dicho "resígnate, porque eso le pasa a todo el mundo, eso es normal" y te ha enseñado a vivir con dolor, con enfermedad, con depresión, tristeza, con vacíos que dejan solo, y cada vez más solo tu corazón. Tal vez te han hecho daño, te han robado parte de tu vida, de tu herencia, de tu felicidad, llevándote al extremo, repitiendo a tu mente "no se puede, abandona". Tal vez en tu refugio, solo encontraste que es imposible perdonar a quienes tanto te hirieron, tal vez construiste una pared para defenderte de tanto daño. Pero esa pared, esa falta de perdón pesa, pesa tanto en tu cuello, en tus hombros, que cuando recuerdas esa persona o experiencia, vuelves a vivir el mismo dolor del pasado.
Hoy quiero decirte: si existe una solución, luego de tanto caminar en el desierto, hay una fuente donde descansar, donde beber vida, donde renacer, donde encontrar tu verdadera identidad... quien verdaderamente eres. Si te enseñaron a verte mal, hoy te digo que solo es una trampa, para alejarte de quien eres tú en la eternidad, de quien te creó con tanto, pero tanto amor, que te amó incluso antes de nacer. De quien siempre te ve como la primera vez que te soñó, hermos@, fuerte, llen@ de vida! Todos nos alejamos de nuestra identidad, de nuestro creador, y como el pez que es sacado del agua, comenzó un lento sufrir y agonía que nos quita el respirar. Si tú sientes que tu vida no es plena, si los problemas te agobian, quiero decirte que quien te amó, te ama y te amará por siempre, puede librarte de esas ataduras, puede cargarte en sus brazos ahora mismo y mostrarte cuán hermosa es la vida a su lado. Te hablo de quien por amor a ti y a mi entregó su vida, a cambio de la nuestra y en el mundo espiritual, con esa entrega pagó por nuestras vidas, para que eternamente fuéramos libres: su nombre es Jesús.
Hoy es el día para que abras tus ojos y al frente veas a Jesús. Siempre, siempre ha estado a tu lado...a pesar de que la oscuridad no dejara verlo. Cómo hacerlo? muy sencillo. Solo con una simple declaración, de corazón, con hambre y sed de reconciliarte y entregar toda carga a sus pies. Quiero compartir esta oración que un día compartieron conmigo y transformó mi vida para siempre. Hoy te aseguro que tu vida será transformada!. Solo tienes que repetir:
Padre celestial yo te doy gracias por mi vida
porque hasta aqui tú me has ayudado.
Yo reconozco que soy un pecador, y que mi pecado
me separa de ti.
Hoy me arrepiento de mis pecados, y voluntariamente
rompo todo pacto con el diablo, con el mundo y con mi propia carne
y hago un nuevo pacto con Jesús.
Yo reconozco que Jesús es el Hijo de Dios,
y que Dios el Padre lo resucitó de entre los muertos.
Señor Jesús, hoy te entrono como rey y señor de mi vida,
no quiero andar solo, te entrego toda carga, no la quiero más.
Hoy renuncio a la depresión, renuncio a toda carga falsa,
renuncio a toda maldición generacional en mi vida y en mi familia.
Declaro que a partir de este momento la sangre de Cristo limpia mi cuerpo,
mi alma, mi mente, mi espíritu de toda enfermedad,
de toda opresión, soy libre ahora!
Si yo muriera, al abrir mis ojos, estaría en los brazos de Jesús
Amén, amén, amén!
Si realizaste esta oración, con todo tu corazón, tu vida ha cambiado y se ha caído el velo de oscuridad, enfermedades, tristezas que te oprimían. Te invito a buscar a Jesús, a tener una relación verdadera con él. Hoy en mis luchas Jesús me acompaña, ya no peleo solo y cada batalla que enfrento se que voy en victoria, porque ya Jesús la ganó por mi. Tal vez yo te conozca, y tal vez no en persona. Pero mi padre celestial nos conoce a ambos, y por eso comparto hoy este testimonio de liberación que se, que lo se, transformará tu vida.
Dios es bueno!
Oliver Ortiz
