lunes, 13 de diciembre de 2010

Libertad de expresión y el libre pensamiento

Declaración Universal de los Derechos Humanos. Artículo 19:
Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

La sociedad moderna, conectada en red, cuenta con múltiples herramientas tecnológicas que facilitan y promueven la comunicación, disminuyendo las distancias entre las personas y sus ideas; permitiendo que en pocas horas, una noticia o una propuesta viaje alrededor del mundo a través del ciberespacio.

El acceso libre a la información da poder al ciudadano, quien ahora cuenta con mayores oportunidades de aprendizaje, canales para aumentar su conocimiento y lo más importante: posibilidades para tomar decisión; para poder elegir. Cuando el individuo posee alternativas y poder de decisión, puede exigir a los gobernantes cambios en la gestión pública y mejores resultados; como debe ser con cualquier gobierno que quiera llamarse "democrático" en estos tiempos.

Si bien es cierto que existen acuerdos universales de respeto y promoción a los medios y tecnologías de información, hay todavía gobiernos primitivos o sistemas avanzados, controlados por factores de poder que buscan mantener la hegemonía sobre la sociedad y sobre grupos opositores, tratando de limitar el acceso a los medios y penalizando las opiniones e información.

Son muchos los gobiernos que a lo largo de la historia han emprendido esfuerzos para controlar y bloquear los medios de comunicación, aplicando estrictas leyes de censura, encareciéndolos o simplemente clausurándolos. Estas acciones logran disminuir temporalmente la capacidad de expresión de ideas de la sociedad, pero al mismo tiempo, explotan la creatividad y desarrollan todo un nuevo mundo de medios alternativos.

Pueden controlar los medios. Pero nunca el pensamiento.

En el proceso de creación del pensamiento, los individuos conectan imágenes e ideas en la mente con la finalidad de crear y modificar realidades. Para poder ser expresado, el pensamiento requiere de lenguaje, el cual transmite los conceptos y juicios de la persona. Lo maravilloso del pensamiento, es que tiene la posibilidad de transmitirse con diversos tipos de lenguaje, con diversos tipos de códigos y en canales diversos de comunicación. El lenguaje convierte en mensaje el pensamiento.

Aquellos que utilizan como estrategia el control o cierre de medios, fracasan en su misión de coartar el pensamiento: solo incentivan la creatividad del censurado para expresar su mensaje de forma diferente. A medida que se desarrollan e interconectan nuevos sistemas de codificación, nuevos medios y contextos, la transmisión del mensaje evoluciona, dando origen a una nueva comunicación, permitiendo que las ideas lleguen de igual forma al público receptor. Mientras mayor es la represión y control de las ideas, mayor es la creatividad y expresión dentro y fuera del territorio bajo censura. Incluso, importantes movimientos artísticos han nacido gracias a la expresión no convencional de ideas en contra de la represión y la tiranía.

Quienes logran superar los toscos obstáculos que las dictaduras colocan a la libre expresión se convierten en referencia y modelos a seguir. Son la voz de quienes no pueden hablar, se convierten en los ojos de quienes viven en la oscuridad y gritan al mundo para que otros puedan escuchar las realidades que viven los pueblos.

El pensamiento cabe entre los barrotes de una celda, las ideas son resistentes y brillantes como el diamante. La expresión no tiene forma definida ni límites. La comunicación construye un mundo global...

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